¡El Mundial de Rallyes sorprende: el líder del campeonato prefiere dejarse llevar! | Marca
El décimo triunfo de Sébastien Ogier en Montecarlo, junto con sus declaraciones posteriores, resalta nuevamente una realidad indiscutible del WRC.
Se dice que los rallyes de Montecarlo y Suecia, los dos que abren tradicionalmente el Mundial y hacen lo propio con el de 2025, no cuentan. Que son raros, los coches (más cuando son nuevos, como pasa en el caso actual) no están ajustados y no dictaminan ninguna realidad. Pero el Monte, la prueba que todos quieren ganar y que es superior al WRC, enseñó mucho más que la cacareada expresión. Mostró a Sébastien Ogier como dominador, le entregó su décimo triunfo e hizo historia. Es el mejor y sigue marcando diferencias. Pero el titulo es para otros. De eso Seb no quiere saber nada.
Es la triste realidad que impera en el WRC. En pocos campeonatos más pasa (quizá con el Dakar y el W2RC). Ogier corre pruebas contadas, ayuda a Toyota cuando se lo solicitan, pero no quiere pasar más días fuera de casa. Forzó la máquina en el final de 2024, cayó con Neuville al llenarse de errores impropios y dejó un mensaje. "Ahora pasaré más tiempo con mi familia", dijo. Alto y claro. Es el mejor y solo lo muestra de vez en cuando.